El acúfeno (tinnitus)
- juan olmo
- 1 jun 2023
- 6 Min. de lectura
Este artículo proporciona una descripción precisa y comprensible del acúfeno, sus causas y su impacto en la vida de las personas. También destaca la necesidad de un enfoque integral al evaluar y tratar el acúfeno, considerando tanto los aspectos físicos como los emocionales. Si bien aún no existe una cura definitiva para el acúfeno, es alentador que se estén explorando diferentes enfoques terapéuticos, como la terapia sonora, para ayudar a las personas que sufren de esta condición.
El acúfeno o tinnitus es una condición en la que se escucha un ruido molesto y constante en un oído, en ambos o en toda la cabeza, en ausencia de una fuente externa de sonido. Se describe como un pitido o silbido en los oídos, pero también puede oírse como una distorsión. Puede ser suave o fuerte, agudo o bajo y se puede escuchar en uno o ambos oídos.
El acúfeno, también conocido como tinnitus, no se clasifica como una condición médica en sí misma, sino más bien como un indicio de una disfunción en el sistema auditivo. Este sistema engloba el oído, el nervio auditivo que vincula el oído interno con el cerebro, y las regiones cerebrales encargadas del procesamiento sonoro. El acúfeno puede manifestarse como consecuencia de diversas causas, desde situaciones tan simples como la obstrucción del canal auditivo debido a la acumulación de cera (ceruminosis), hasta problemas de salud más complejos. Entre estos últimos se incluyen la pérdida de audición provocada por el ruido, infecciones en los oídos y senos paranasales, enfermedades cardíacas y vasculares, la enfermedad de Ménière, tumores cerebrales, cambios hormonales en mujeres y anomalías en la función tiroidea.
En general, los acúfenos pueden tener un origen orgánico, en la mayoría de los casos existe una pérdida audición preexistente de distinto grado, que se acompaña de un fondo emocional, que consiste en una reacción al propio acúfeno o a situaciones de la vida personal o laboral.
El acúfeno puede ser una molestia o puede ser muy debilitante. La opinión más de muchos profesionales y personas en general es: “no tiene solución” o “no hay nada que hacer”, estas afirmaciones son inexactas, por lo tanto, esas personas y profesionales de la salud están probablemente mal informadas.
El acúfeno o tinnitus es muy común, se estima que un 10 a 15 % de la población mundial es portadora de acúfenos. Entre 1% y 2% de la población tiene un acúfeno debilitante y entre un 20 % a 30 % de los mayores de 60 años tiene acúfenos.
Se estima que entre el 10% y el 15% de la población adulta en los Estados Unidos tiene tinnitus y la incidencia máxima se encuentra entre los 60 y 69 años. Un estudio en Europa encontró que la prevalencia del acúfeno fue del 14.7% (14.0% en hombres y 15.2% en mujeres), variando del 8.7% en Irlanda al 28.3% en Bulgaria.
Vincent Van Gogh, Beethoven, Miguel Ángel, Juana de Arco, Charles Darwin, Bill Clinton, William Shatner, Peter Townsend, Eric Clapton, Barbara Streisand, David Letterman.
El acúfeno está presente en el 80 % de las personas con pérdida auditiva y el 80 % de las personas con acúfenos presenta algún grado de pérdida de audición (regla 80/80).
La conciencia del acúfeno fluctúa, la obsesión en el acúfeno se convierte en el problema real. La mayoría de las personas pueden detectar ruidos en los oídos si se les propone que escuchen con mucha atención en un ambiente silencioso. Todos los acúfenos son subjetivos, es decir, solo el individuo que los padece puede escucharlos, pueden ser constantes o intermitentes, se perciben principalmente en la noche cuando todo está en silencio. Puede ser oído en uno o en ambos oídos, en algunos casos en toda la cabeza. Los sonidos emitidos por el cuerpo como la digestión, el tragar, el ritmo cardiaco y otros, se denominan como Somatosonidos y no se clasifican como acúfenos.
El acúfeno suele ser descrito de muchas formas, algunas de las más comunes son: silbido, timbre, campanilleo, zumbido, siseo, rugido, chirridos, pitidos, latidos o chasquidos. En Costa Rica muchos se refieren al acúfeno como similar al sonido de grillos o chicharras, también se describe como una distorsión o estática.
El acúfeno es un síntoma, no una enfermedad, es una señal de que existe alguna condición en el sistema auditivo y sus correlaciones en el sistema nervioso. Es muy común encontrarlo en personas que trabajan expuestas a ruido o a sonidos de alta intensidad (músicos, trabajadores de industria ruidosa, militares y personas que disparan armas de fuego) y también en personas mayores de 60 años (deterioro auditivo por la edad, conocido como presbiacusia).
Algunos ejemplos de detonantes o causas simples del acúfeno pueden ser: la presencia de cerumen excesivo en o los oídos, consumo de sustancias o medicamentos como la aspirina o los antibióticos aminoglucósidos tipo micinas. El ruido pulsátil suele tener origen vascular y se clasifica como somatosonido.
Por otro lado, las causas complejas pueden ser: tumoraciones benignas del octavo par craneal denominadas como neurinomas o Schwannomas, afortunadamente estos son muy raros en su presencia, también desbalances de las vías aferentes o eferentes de la vía auditiva.
Existen muchas hipótesis que pretenden explicar la presencia del acúfeno, por ejemplo, se sabe que el acúfeno es un fenómeno cerebral (central), comúnmente asociado a pérdida de audición de cualquier grado, desde ligera hasta profunda, en la mayoría de los casos existe daño de las células ciliadas del oído interno, conciencia de la amplificación neural, hiperactividad o conexiones erróneas entre el sistema auditivo, el sistema límbico y el sistema nervioso autónomo.
El acúfeno se erige desde las fibras nerviosas reguladas en el tallo cerebral y la corteza. La percepción está generada en el lóbulo temporal del cerebro. Incluso si se secciona el nervio auditivo, 30 % de los casos mantendrá el acúfeno, el cual puede ser suprimido o enmascarado incluso aplicando ruido enmascarante en el oído opuesto al acúfeno.
Las reacciones al acúfeno crean el problema, no el acúfeno en sí mismo. La conciencia del acúfeno puede detonar miedo, ansiedad, tristeza, irritabilidad, preocupación y otras emociones.
Hasta la fecha, ninguna sustancia o medicina tiene evidencia de calidad para tratar el acúfeno. No existen medicamentos más efectivos incluso que los utilizados por los antiguos egipcios.
El volumen del acúfeno no está relacionado con la molestia que genera, no existe corelación entre la molestia y la percepción de la intensidad que se tenga. Para tratar el acúfeno con terapia sonora lo ideal es no enmascarar el acúfeno, sino ofrecer supresión parcial del ruido en los oídos, la idea es proveer suficiente estimulación sonora para disminuir la percepción molesta del acúfeno. El objetivo es conseguir la habituación al acúfeno.
En el caso de los mayores, cuando fueron jóvenes tuvieron audición normal, en ese momento el ruido ambiental era capaz de enmascarar el acúfeno o ruido en los oídos, cuando la edad avanza y se produce deterioro auditivo por la edad, aunque este sea mínimo, ya no se puede escuchar el ruido de fondo o ambiental, el cual ya no es capaz de enmascarar o suprimir el acúfeno y, por lo tanto, este último se vuelve notorio.
Los aires acondicionados, el viento a través de la ventana, el radio incluso mal sintonizado, los generadores de sonidos. Los audífonos hacen que se pueda escuchar nuevamente el ruido de fondo o ambiental, el cual es capaz de disimular, enmascarar o suprimir la percepción del acúfeno.
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